Los ascensores son una parte muy importante del diseño de un edificio, ya sea residencial o comercial. Pero ¿cómo es el ascensor que debes elegir? En el siguiente post, te mostramos las principales tipologías que existen y que debes tener en cuenta a la hora de elegir el ascensor para tu proyecto. Además, conocerás sus principales características y como cada una de ellas consigue alcanzar con éxito su principal objetivo: la movilidad dentro del edificio.
Un ascensor de pasajeros es cualquier ascensor destinado al desplazamiento vertical de personas por un edificio. Estos ascensores pueden variar considerablemente en cuanto a tamaño, carga, velocidad y prestaciones en función del uso final del mismo.
Un ascensor de servicio se encuentra principalmente los edificios comerciales y está destinado al transporte acompañado de mercancías por el edificio. Estos ascensores suelen ser más robustos y profundos que los ascensores de pasajeros y alcanzan cargas mayores lo que facilita el transporte elementos de mayor volumen.
Un ascensor de carga, o montacargas, está destinado a mover cargas muy pesadas, como coches o cargamento en edificios industriales. Estos ascensores no suelen estar pensados para el transporte de personas sino para soportar condiciones más extremas , por lo que sus interiores presentan diseños robustos, con paredes y suelos pesados de acero, en lugar de interiores más atractivos.
Un minicargas es un pequeño elevador destinado al transporte de cargas pequeñas de reducidas dimensiones. A menudo, se utiliza para el transporte de alimentos y platos en restaurantes y hoteles, pero puede encontrarse en otros tipos de edificios comerciales tanto públicos como privados.
Otra clasificación importante a tener en cuenta a la hora diseñar un ascensor es el sistema de elevación. Comprender las diferencias principales entre los diferentes sistemas de elevación te ayudará a determinar qué ascensor es el más adecuado para tu edificio.
Los dos sistemas de elevación de ascensor más comunes son:
Se utilizan principalmente para transportar cargas extremadamente pesadas, como coches o traspalés, en edificios de poca altura. Los ascensores hidráulicos se elevan mediante pistones desde abajo. Estos ascensores requieren más energía para funcionar que otros modelos de ascensor y, debido a la introducción de ascensores eléctricos sin cuarto de máquinas -más compactos y eficientes-, han sido sustituidos en gran medida en el mercado.
La tracción se realiza a través de cableados y poleas accionadas por un motor eléctrico y con freno electromecánico. El movimiento requiere del accionamiento del motor tanto en el ascenso como en la bajada del ascensor. Estos ascensores pueden alcanzar más velocidad que los hidráulicos y son los utilizados en edificios de elevada altura.
El movimiento se realiza a través de elementos de tracción, tales como cables de acero y poleas, accionadas mediante un motor eléctrico. A un lado de los cables cuelga la cabina y en el otro un contrapeso que nivela la carga. El movimiento requiere del accionamiento del motor tanto en el ascenso como en la bajada. Estos ascensores pueden alcanzar más velocidad que los hidráulicos y en general, suelen ser más eficientes desde el punto de vista energético y ofrecen un viaje más suave y silencioso a los pasajeros.
Existen dos tipos de ascensores eléctricos: con máquina sin y con reductor. Los ascensores eléctricos sin reductor son la solución más avanzada, con una rueda unida directamente al motor y utilizando contrapesos para accionar el sistema de elevación, permiten máquinas más compactas y una mayor optimización del hueco. Los ascensores eléctricos con reductor utilizan una caja de cambios para girar la polea y elevar el ascensor. Estos sistemas suelen ser más lentos que los sistemas sin reductor y requieren de un mayor espacio para la máquina, obligando en muchos casos a la incorporación de un cuarto de máquinas.
La mayoría de los ascensores modernos son de tracción sin reductor, lo que se considera la solución más eficiente en cuanto a energía y espacio.
Con el avance de la tecnología, ya no es necesario disponer de un cuarto de máquinas para albergar la máquina y los componentes de accionamiento.
Los sistemas sin sala de máquinas pueden ser de eléctricos o hidráulicos. Al incorporar poleas de elevación más compactas, no requieren de cuarto de máquinas para su funcionamiento y la máquina se encuentra directamente en el hueco del ascensor. De este modo, se aprovecha al máximo el espacio del edificio.
Los sistemas con cuarto de máquinas también pueden ser eléctricos o hidráulicos. En los eléctricos, el cuarto de máquinas suele estar situado encima de la cabina del hueco del ascensor. Sin embargo, el cuarto de máquinas también puede situarse en la parte inferior del hueco del ascensor o en una sala contigua.
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